Lejos de las luces de los escenarios, de los ruidos y las multitudes, la artista de 31 años disfruta de la simplicidad de su casa y de las tareas domésticas. "Me parece que cuidar de tu entorno es lo mejor que hay y no hay nada como valorar eso mismo, el hacer un café, el preparar una comida y que la gente que la coma diga `qué rico!`, o tener linda tu casa``, manifestó la Mala.
Rodríguez aseguró que su más reciente álbum, Dirty bailarina, representa un cambio con respecto a sus tres discos anteriores. "Tomé conciencia de muchas cosas, y la mirada no está tan hacia afuera sino que está más hacia adentro``, dijo.
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